Día 16 de 21
Gracias a atender mi problema de audición, he estado experimentando una desaceleración con respecto a mi mente y mis planes a futuro, cosa que agradezco, ya que tenía dentro de mí, un sentimiento de urgencia por realizar "x" plan, que a pesar de que me motivara mucho el llevarlo a cabo, no veía que esta urgencia, también me estaba queriendo llevar a dejar de lado mi propio desarrollo y sobretodo bienestar físico, que bien puedo ver ahora con este punto de atender mi oído.
Tengo cita con el especialista en menos de dos meses, y al empezar "a hacer números" en cuanto a fechas, pude ver que ese plan urgente que quería realizar, tendrá que esperar... o más bien, yo he de esperar, y ser paciente, y con este juego de palabras puedo verlo mejor:
Atención y Paciencia
Me estoy poniendo atención a mí mismo, me estoy atendiendo, estoy atento a mí mismo y atendiendo mis propios problemas.
Necesito paciencia, pues necesito atenderme y ser paciente, para que como paciente, me atienda un doctor mi problema de audición.
Antes, vinculaba mucho la paciencia con el no hacer nada, simplemente "estar"... ser paciente y solo esperar, ahora puedo ver que el ser paciente no es una actividad pasiva, valga la redundancia; puedo ver que necesito estar atento y activo mientras soy paciente, pues toda actividad para ser precisa, necesita de atención y paciencia, ya que nada sucede al instante con solo esperar a que suceda, todo requiere un tiempo, todo es un proceso, y para ayudar a que suceda, la planeación apoya dando ubicación y proponiendo pasos hacia la dirección de el objetivo.
Me perdono a mí mismo por aceptar y permitir por tanto tiempo, el participar en la idea de que al ser paciente, uno no tiene que hacer nada, generando una personalidad de "comodino" donde rechazaba mi responsabilidad, al sentirme supuestamente en paz, cubierto por la idea de que ya había hecho mi parte, al creer que había generado una idea maravillosa, y que solo me correspondía esperar; En vez de darme cuenta que me estaba cargando de energía y fijando esta personalidad de comodino, apoyada con sentimientos de superioridad; donde ahora puedo ver que las consecuencias de esta carga positiva, indudablemente se transformaba en negativa, y me atrapaba en ciclos sin fin, donde yo no era el director de mi vida, y solo vivía a expensas de las circunstancias y de lo poco que me movía dentro de lo que me iba "arrastrando mi vida".
Me comprometo a elaborar más este tema de la atención y paciencia, apoyándome con las herramientas que ya conozco como lo son la planeación y por supuesto mi perdón a uno mismo.
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