lunes, 29 de septiembre de 2014

Día 26 Explorando la Constricción

Me perdono a mi mismo por aceptar y permitirme el placer a retener.

Me perdono a mi mismo por aceptar y permitir el sentir placer o su opuesto al retener mis emociones.

Me perdono a mi mismo por aceptar y permitir el tener esta personalidad de retención, donde veo que está fundamentada en el miedo a perder, en el sentir/creer que "algo" es mío y que al darme cuenta que no es así, me "inunda" la frustración y me paraliza; en vez de darme cuenta que esta personalidad la he mantenido desde niño, donde aprendí la codicia, y desarrollé un egoísmo que muchas veces he mantenido en secreto, pues me avergüenza el ser egoísta y por ello, calculo casi inmediatamente cuando doy, o cuando voy a dar "algo", para así quedarme "satisfecho", de que "di", pero no me quedé sin "nada".

En y cuando me de cuenta que estoy calculando "los daños" de "dar", me detengo y respiro, me ubico en mi realidad y tomaré la oportunidad para corregirme, para ver que es lo que me mueve y poder "desprenderme", sin hacerlo por "altruismo", sino para apoyarme a dejar atrás mi personalidad de retenedor.

Me comprometo a estar atento para tomar la oportunidad de corregirme y hacerlo en cuando empiece a generar este patrón de conducta de calcular el dar.

Algo para terminar por hoy, ya que fue un día "pesado" de mucho trabajo; Recuerdo que desde hace mucho tiempo, el pasaje de la Biblia, donde Jesús "rechaza" a Santiago (me parece que así se llama), por querer seguirlo pero no querer dejar atrás todos sus bienes personales, me ha movido, donde pensaba/pienso, que Jesús había sido "injusto" por no darle la oportunidad de que fuera su apóstol, e incluso recuerdo como de niño pensaba que hasta le hubiera convenido a Jesús aceptarlo, ya que con el dinero, o riquezas que tenía este personaje, pudieron "haberse hecho la vida mas fácil".

Este escrito es para considerar como es que desde pequeño, he tenido, le he dado al dinero un valor por ser "portador" de comodidades, y como me he construido a través de ello.

El Joven Rico, le dicen al pasaje que me refiero, aquí lo copio:

El joven rico
     16 Y he aquí se le acercó uno y dijo: Maestro, ¿qué bien haré para obtener la vida eterna? 17 Y El le dijo: ¿Por qué me preguntas acerca de lo bueno? Sólo Uno es bueno; pero si deseas entrar en la vida, guarda los mandamientos. 18 El le dijo: ¿Cuáles? Y Jesús respondió: NO MATARASNO COMETERAS ADULTERIONO HURTARASNO DARAS FALSO TESTIMONIO19 HONRA A tuPADRE Y A tu MADRE; y AMARAS A TU PROJIMO COMO A TI MISMO20 El joven le dijo: Todo esto lo he guardado; ¿qué me falta todavía? 21 Jesús le dijo: Si quieres ser perfecto, ve y vende lo que posees y da a los pobres, y tendrás tesoro en los cielos; y ven, sígueme. 22 Pero al oír el joven estas palabras, se fue triste, porque era dueño de muchos bienes. 


Continuaré


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